La representación de la valentía, lo audaz y lo rebelde.
Bad Dog es una marca de ropa urbana, construida desde la lucha, la hermandad y la negativa a ser ignorados.
No empezamos en un estudio sofisticado. Empezamos en el barrio, rompiendo límites y forjando nuestro futuro con cemento, hierro y una intención pura. Bad Dog nació de lo real, no de lo débil ni de lo blando, y eso es lo que vive en cada pieza que producimos.
Confeccionamos ropa para quienes llevan su historia a cuestas, con orgullo.
Nuestra ropa no es para los refinados. Es para los audaces a los que no les importan las opiniones tontas. Para quienes entrenan, se esfuerzan y caminan con un propósito porque se han ganado cada paso. Cada colección habla por aquellos a quienes se les dijo que se callaran. Es una armadura para los menospreciados. Un uniforme para los incomprendidos. La marca de los rebeldes. Una marca construida sobre profundas raíces y hecha para levantarse.
Esto es Bad Dog: forjada en el calor de la lucha, la lealtad y el legado.
Llévalo porque eres diferente.
Llévalo porque formas parte de la manada.
Llévalo porque eres un BAD DOG.
LEALTAD POR ENCIMA DE TODO
Corremos por nuestra gente, sin cuestionamientos. No cambiamos, nos presentamos.
CONSTRUIDO CON VALENTÍA
Nuestra fuerza proviene de la lucha. Llevamos nuestras cicatrices como medallas, porque nos forjaron.
SÉ REAL, NUNCA FINJAS
Sin filtros. Sin rodeos. Lo que ves es quiénes somos: crudos, auténticos, sin complejos.
RESPETA LAS RAÍCES
Honramos nuestro origen: nuestras calles, nuestras historias, nuestra manada. Eso es lo que nos hace poderosos.
DISCIPLINA
Nada se da por sentado. Todo se gana. Cada serie, cada esfuerzo, cada pieza que dejamos, viene con intención.
MENTALIDAD DE MANADA
Juntos somos más fuertes. Nos apoyamos mutuamente, luchamos juntos, protegemos y apoyamos a los más débiles, siempre.
EL LEGADO ES LO PRIMERO
No seguimos las tendencias. Construimos algo que trasciende las expectativas: una marca con alma, sustancia y capacidad de permanencia.
No somos modelos de fitness o "influencers". No somos directores ejecutivos.
Solo dos broderes que se negaron a renunciar.
HERMANOS por elección y lealtad.
Desde su infancia, Ezra ha sido la personificación de un verdadero luchador, forjando su camino desde cero. Entrenador personal certificado, nutricionista y culturista profesional.
El alma de BAD DOG desde sus inicios.
Siguiendo su propio camino como diseñador gráfico, cocinero de profesión y viajero apasionado, Max tiene experiencia en marketing digital y, durante más de 10 años, ha desarrollado una carrera profesional en agencias de marketing. Max lidera las estrategias de la marca.
La nuestra empezó con pesas de cemento y el Espíritu de Pitbull: la voluntad de nunca rendirse.
Reparto Shick, Managua, Nicaragua.
Allá en un barrio duro y de mala fama a menudo ignorado por el resto de la ciudad, dos amigos de la infancia, Ezra y Max, a pesar de haber sido criados de forma un poco diferente, forjaron un fuerte vínculo fraternal.
Jugando al fútbol, bailando breakdance y corriendo con una manada de pitbulls criados por la familia de Max, los perros eran incomprendidos por el mundo; se les consideraba peligrosos, pero bajo su apariencia de malos, estaban llenos de amor, lealtad y corazón; eran como los mismos niños. Especialmente Ezra, tenía una pasión interior que solo quienes habían enfrentado la verdadera adversidad podían comprender. Era duro, leal, un poco salvaje, pero decidido como ningún otro.
Adelantamos a hace veinte años atrás.
Max acababa de empezar a trabajar en el turno de noche mientras estudiaba durante el día. Su familia se había mudado a las afueras, y Max se encontró viviendo solo en su antigua casa, en el antiguo barrio, un lugar que no se había vuelto más seguro con el tiempo. Todas las noches, sin falta, Ezra estaba allí, esperando en la puerta para asegurarse de que su amigo llegara sano y salvo a casa y ponerse al día.
Fue durante una de esas conversaciones, medio en broma, medio soñando, que surgió la chispa. "¿Y si ponemos un gimnasio?", dijo Ezra.
Al principio, parecía una idea descabellada, pero Ezra tenía algo más: pasión, visión y la firme convicción de que podían construir algo para su comunidad, algo mejor. Max, con pocos ingresos y sin grandes gastos, decidió apostar por ese sueño.
Su "gimnasio" empezó con nada, solo una casa vieja, un banco de pesas casero construido con unas cuantas latas de leche llenas de cemento, bloques y una tabla de madera. Era ridículamente humilde, pero era real.
Pronto, la noticia se extendió por todo el barrio. Empezaron a llegar amigos. Luego, amigos de amigos. La música sonaba a todo volumen en un viejo reproductor de casetes.
Bad Dog Gym (nombre inspirado en esos feroces compañeros) se convirtió en más que un gimnasio: se convirtió en un movimiento.
En un momento inolvidable de brillantez popular, Ezra organizó la primera competición de culturismo del barrio.
No era ostentosa. No había patrocinadores corporativos. Los "atletas" eran simplemente chicos rudos del barrio, pero se mantenían orgullosos, con los músculos en alto, y los trofeos brillando bajo las luces improvisadas del escenario. Era puro, crudo y "genial".
Lo que empezó como una broma se convirtió en una plataforma. Varios de esos mismos chicos, incluido el propio Ezra, llegaron a competir —y ganar— en torneos nacionales oficiales de culturismo. Contra todo pronóstico, contra toda expectativa. Sin patrocinadores, sin suplementos sofisticados, sin equipo adecuado, ¡SOLO GARRA!
Han sido casi dos décadas de esfuerzo, fracasos, ascensos y de no rendirnos. Bad Dog nunca se trató de atajos ni de ropa elegante; se construyó con determinación, lealtad y presencia incluso cuando nadie nos ve. Hemos vivido la lucha y la llevamos con orgullo.
Esta marca nació de ese viaje: de cada noche sin dormir, de cada levantamiento de pesas casero, de cada momento en que nos dijeron que no lo lograríamos.
Creamos Bad Dog para representarnos y para representarlos a ustedes, los luchadores. Los auténticos. Los que siguen adelante pase lo que pase.
Bad Dog es tan duro como tú. Tan real como tu historia. Y esto es solo el comienzo.